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lunes, 22 de agosto de 2011

Alfabetización y educación básica de jóvenes y adultos // Mariano Jabonero, José Rivero




Colección Metas Educativas 2021
Editan Santillana y OEI con el apoyo de la AECID 

La universalización de la alfabetización y de la educación básica es uno de los retos pendientes más importantes en Iberoamérica. Su impacto en el reconocimiento de los derechos cívicos, en la justicia y en el inclusión social es innegable. En el libro se abordan algunas de las cuestiones claves para hacer frente a esos desafíos de futuro, como el desarrollo del Plan Iberoamericano de Alfabetización y Educación Básica de Jóvenes y Adultos, la definición y aplicación de políticas integradas, las nuevas postalfabetizaciones, la atención educativa a colectivos diferenciados, la participación social y la evaluación de los aprendizajes.
Índice
Preámbulo, Álvaro Marchesi 7
Introducción, Mariano Jabonero y José Rivero 11
Propuestas y modelos de alfabetización y educación permanente 15
La universalización de la alfabetización y la educación básica para todos:
la Iberoamérica necesaria y posible, Mariano Jabonero 17
Bases para una alfabetización integral en América Latina, José Rivero 29
América Latina: redes, propuestas y apuestas de educación popular, Raúl Leis R. 43
Alfabetización, educación permanente y atención a la diversidad, Nydia Verónica Gurdián 55
Estrategias de postalfabetización, Marta Soler 65
Metodologías y evaluación de la alfabetización y educación permanente 75
Significado y alcances de la renovación pedagógica y didáctica de la alfabetización,
Luis Óscar Londoño y Marta Soler 77
La construcción de un sistema de indicadores en programas de alfabetización y educación permanente, María Eugenia Letelier 93
Situación y estrategias de formación 115
La capacitación de facilitadores y docentes en programas y proyectos de alfabetización y educación permanente en Iberoamérica: entre proposiciones y retos, Maria Margarida Machado 117
Bases para una propuesta de formación en competencias para gestores, directivos o responsables de programas y proyectos de alfabetización y educación de personas jóvenes y adultas, Antonio Monclús 139
Análisis de un modelo 155
El cambio posible en alfabetización y educación básica de personas jóvenes y adultas: análisis de la experiencia desarrollada en Paraguay, José Rivero 157
Anexo. Plan Iberoamericano de Alfabetización y Educación Básica de Personas Jóvenes y Adultas 2007-2015. Documento base (2006) 201
Bibliografía 221
Los autores 229
Preámbulo
Álvaro Marchesi
Secretario general de la OEI
En Iberoamérica hay más de treinta millones de personas analfabetas y casi ciento veinte millones de jóvenes y adultos sin educación básica. Una realidad que caracteriza con toda claridad y dramatismo la situación de pobreza, desigualdad y exclusión existente en la región y, en consecuencia, la dificultad para el desarrollo y la cohesión social que este hecho supone.
Frente a esta situación, la plena alfabetización ha sido una de las preocupaciones y expectativas que ha contado con mayor arraigo social y con reiteradas muestras de interés por los distintos poderes públicos. Han sido muchos y variados los programas educativos y las iniciativas políticas que se han preocupado en Iberoamérica por la plena alfabetización, aun cuando no todos ellos han tenido el éxito deseado.
En ocasiones, la alfabetización de jóvenes y adultos no ha ocupado el primer plano de las políticas públicas, lo que ha contribuido a perpetuar esta grave injusticia. En otras ocasiones, la alfabetización ha formado parte de iniciativas limitadas en el tiempo que, al no tener continuidad, bien por cambios de gobiernos, bien por problemas presupuestarios, no han podido cumplir sus objetivos. Como lo ponen en evidencia las estadísticas más recientes, es posible constatar que el éxito está asociado a que la tarea se aborde de manera estructural y sistemática, tanto en sus orígenes y causas como en sus soluciones, así como con la suficiente estabilidad.
La plena alfabetización y la universalización de la educación básica ya no es solamente una política educativa compensatoria de carencias y limitaciones del pasado, como tampoco se trata de un objetivo que deba ser logrado a través de voluntariosas campañas o delegando su logro en la colaboración de entidades de la sociedad civil. Existe un amplio consenso que considera que la alfabetización y la educación a lo largo de la vida son prioridades políticas, requisitos imprescindibles para asegurar el desarrollo de las personas y comunidades de nuestra región y una acción que forma parte de los procesos de mejora de la educación iberoamericana.
En el ámbito de la Comunidad Iberoamericana de naciones, y en estrecha relación con los compromisos internacionales establecidos en los Objetivos del Milenio y en la Declaración Mundial sobre Educación para Todos, la preocupación por la alfabetización coincide con el inicio de las convocatorias de las Cumbres Iberoamericanas de Jefes de Estado y de Gobierno. Ya en 1991, la primera Cumbre aprobó el primer programa de alfabetización y educación básica de jóvenes y adultos, iniciándose un proceso de progresiva expansión territorial y social. La XV Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno (Salamanca, 2005) aprobó el compromiso de universalizar la alfabetización y la educación básica en la región antes del 2015 a través de un Plan Iberoamericano, cuya redacción se encomendó a la OEI. Dicho Plan se aprobó como Programa de la Cumbre Iberoamericana en la XVII convocatoria, celebrada en Chile en 2007. Un objetivo tan noble y ambicioso, como es terminar con el analfabetismo antes del año 2015, exige en los comienzos del siglo xxi una visión renovada sobre el significado de la alfabetización.
La superación del analfabetismo no supone solamente que las personas adultas tengan la capacidad de comprender un texto y de escribirlo. Hoy es también necesario superar el analfabetismo digital y cívico, consiguiendo que todas las personas alcancen las capacidades que constituyen los objetivos de la educación básica. No cabe duda, por tanto, que la erradicación del analfabetismo exige una educación que garantice a todas las personas el ejercicio de la ciudadanía.
Además, es necesario que en este ambicioso proyecto se implique el conjunto de la sociedad: gobiernos, regiones, municipios, universitarios, organizaciones sociales, voluntarios, empresas y todas aquellas personas e instituciones que consideren que conseguir una sociedad de hombres y mujeres letrados es un deber de solidaridad y de justicia.
La OEI, junto con la SEGIB, han considerado que la alfabetización y la educación básica de jóvenes y adultos es uno de los más importantes programas en su acción futura, como figura en la propuesta “Metas Educativas 2021: la educación que queremos para la generación de los Bicentenarios” aprobada en la última Conferencia Iberoamericana de Ministros de Educación (El Salvador, 2008) y refrendada en la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno celebrada pocos meses después en el mismo país.
El objetivo principal de este programa es universalizar la alfabetización en Iberoamérica antes de 2015. Además, garantizar el acceso generalizado a la educación a las personas jóvenes y adultas con más necesidades y la participación de todas ellas en programas de formación continua antes de 2021. Como señala de manera explícita el documento de las Metas Educativas 2021, este programa debe considerarse un instrumento clave en la lucha contra la pobreza y en el apoyo a la inclusión de los más desfavorecidos, entre los que debe señalarse de manera especial al colectivo de las mujeres. Su marginación histórica, su influencia en la vida familiar, en la atención de los hijos y en el seguimiento de sus aprendizajes escolares, hacen necesario redoblar los esfuerzos para proporcionarles una mejor educación. Con la misma intensidad es preciso tener en cuenta la cultura y la lengua de las personas que participan en programas de alfabetización y educación básica, por lo que la perspectiva bilingüe y multicultural es imprescindible cuando se trabaja en la educación de las minorías étnicas y de los pueblos originarios.
La experiencia de la OEI muestra que las acciones más eficaces se producen cuando se desarrollan y consolidan sistemas educativos públicos de calidad y con amplia cobertura, que integran tanto las enseñanzas formales como las no formales. Esta estrategia preventiva es la mejor opción a largo plazo frente al analfabetismo. Junto a ello, es preciso llevar a cabo programas a corto y medio plazo, construidos como oferta educativa estructurada con amplia participación social, que garanticen una atención directa y de calidad para jóvenes y adultos, lo que ha de favorecer el acceso a la educación y la continuidad escolar de sus hijos.
Esta orientación decididamente educativa ha demostrado que los procesos de alfabetización y educación a lo largo de la vida deben seguir itinerarios educativos que, junto a la alfabetización, ofrezcan de manera flexible la posibilidad de completar una educación básica de calidad. Al mismo tiempo, será preciso garantizar una formación para el empleo que complete el círculo formativo inicial.
Este modelo de acción supone un importante grado de ordenación y sistematización educativa, ya que exige diseños y desarrollos curriculares específicos, medios didácticos suficientes e idóneos, sistemas de planificación, administración y supervisión especializados y unos procesos de selección y capacitación de docentes apropiados. Todo ello aporta consistencia y calidad a esta oferta educativa y asegura su sostenibilidad futura.
El compromiso de la OEI con este programa se ha traducido en un ambicioso plan operativo que comprende acciones como las asistencias técnicas y asesoramientos a las administraciones educativas de la región; el apoyo a las iniciativas de modernización y refuerzo institucional; el interés por reconocimiento, la difusión y la promoción de las mejores experiencias y buenas prácticas; el desarrollo de investigaciones y, de manera muy singular, el refuerzo a los planes nacionales con el apoyo técnico y financiero de numerosos proyectos.
La creación y funcionamiento de una Comisión Asesora de Expertos de la OEI especializada en esta materia, así como los Institutos de Desarrollo e Innovación Educativa (IDIE) presentes en varios países y orientados en su totalidad o en parte de su actividad hacia este programa, están suponiendo un apoyo importante para lograr los objetivos propuestos. En el primer caso, el objetivo principal es la reflexión, el análisis de la realidad, la creación de conocimiento y la formulación de propuestas innovadoras; en el segundo caso, los IDIE, su función es, junto con los Ministerios de Educación de cada país, aplicar los programas, evaluar la práctica y sus resultados, y asegurar la constante adaptación del proyecto a los nuevos requerimientos de una educación orientada a dar respuesta educativa a todos los ciudadanos a lo largo de su vida.

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